11 abril 2006

Para empezar...

Ayer vi una vieja película de Billy Wilder: "Uno, dos, tres" una parodia de la guerra fría que en el fondo pretende ser una defensa de la libertad individual. Y he recordado aquella frase de Unamuno: "Lenin tenía razón al decir que la religión es el opio del pueblo. Incluyendo a la religión comunista".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Además de añadir, como opiáceo,"la religión comunista", debe aclararse que no todas las drogas son iguales; algunas son inócuas, otras ayudan y hasta las hay que curan.
La religión hace tiempo que dejó de ser el opio de los pueblos y muchas otras cosas más.
La más perniciosa de las drogas actuales son los monopolizados y demagogos medios audiovisuales de comunicación.
Bernat

Anónimo dijo...

Por cierto, el jueves fui a la presentación en Literanta de un libro de Mauricio Wiesenthal. Es un hombre muy interesante. El libro es "Libro de requiems". te lo cuento porque estoy segura de que te interesará el tema.
¡Estaré pendiente de tu blog!
Pilar