Cuenta Pérez Galdós que Nicolás Estévanez, ministro de Gobernación durante la Primera República (1873), pegó en el exterior de la puerta de su despacho un cartel que decía algo parecido a lo siguiente: "Aquí no se dan destinos, ni recomendaciones, ni dinero, ni nada".
Estévanez duró en su cargo aún menos que la propia República, que sólo tuvo nueve meses de vida.